viernes, 8 de octubre de 2010
esta revolución
Es una revolución de sentimientos, sensaciones, experiencias. Ah, y ganas de experimentar (esas que tanto preocupan a los adultos). Son esos cambios de humor, esos sentimientos raros, sentir algo tan especial por ese chico/chica...
La adolescencia es una locura linda, la etapa a la cual un 99.9% de gente quiere volver a vivir.
viernes, 20 de agosto de 2010
miércoles, 21 de julio de 2010
Creés en la magia? - agnostisismo.
jueves, 8 de julio de 2010
3. SÓLO UN SUSTO
Es Jueves. Hoy no puede venir Pablo a buscarme al colegio, así que, quiero que la jornada termine rápido, así puedo ir a mi casa y dormir, ya que no tengo absolutamente nada que hacer para mañana.
Pasó Lengua, dos horas; Matemática, dos horas; Catequesis, dos horas; Informática, dos horas y así se pasó la mañana.
Una y cuarto, toca el tiembre. Guardo los libros y carpeta en la mochila, me pongo la campera y bajo las escaleras lentamente, totalmente desganada.
El camino a casa se hizo largo, y eso que son sólo seis cuadras. Siempre pasa esto cuando Pablo no viene.
No hay nadie en casa, estoy sóla, como es de costumbre.
Si hay algo que odio más que matemática es cocinar. No tengo paciencia. No sé cocinar y como no hay nadie, tengo que cocinar. Como no tengo ganas, me voy a preparar un sándwich y ya está.
Creo que no lo mencioné antes: toco el piano, hace cinco años. A mi papá y a mi nos encanta, en especial Claro de Luna pero la de Debussy. Cuando la escuché, nosé, me enamoré. Es raro, a mi papá le pasó lo mismo. Es que, es tan especial, pero no le encuentro el motivo.
Bueno, ya que estoy tan sóla, le voy a poner vida a esta casa. Voy a tocar.
Empiezo por las escalas con sus respectivos arpegios. Me aburre eso, pero papá dice que lo tengo que hacer antes de tocar, es como un calentamiento, una entrada en calor. Justo cuando empiezo con el Claro de luna entra papá.
Se sienta en el sillón al lado del piano, cierra los ojos y me escucha.
Me encanta cuando hace eso. Me encanta expresar lo que siento en el piano, justamente, Claro de Luna nos gusta por eso: Su expresividad, aparte de su hermosa combinación de notas.
Termina la canción, dirijo mi mirada a papá, que se sujeta el pecho con un gesto en su cara de dolor. Reacciono rápidamente, me acerco, temblando. Me siento mal, temo que algo malo pueda sucederle. Tomo el teléfono, marco el número de emergencias. En menos de diez minutos mamá llegó a casa, junto con la ambulancia. Ella se vá con papá en la ambulancia y se lleva mi celular para avisarme cuando los médicos le diagnostiquen algo.
Mamá me llama a la media hora. Yo estaba sola en casa, asustada, con miedo y incertidumbre. ¿Qué tiene papá?. Nunca creí en ninguna religión (aunque vaya a un colegio católico), pero, en un momento como este, llena de tanto miedo y sintiéndome tan débil, invoco a Jesús, pidiéndole por favor, que haga algo por mi padre. En ese momento, suena el teléfono, es mamá.
- Hija, mi amor, no te preocupes. Me dijeron que le van a hacer unos estudios, pero que no es nada grave. Quedate tranquila. Ya le avisé a Orne, está llendo para casa. Calculo que para mañana a la mañana vamos a estar ahí. Igual, andá al cole, sabés?. Me tengo que ir hija, te amo. Quedate tranquila, sí?
- Si si, está bien. Yo también má. Nos vemos.
Me siento confundida, yo ví hace poco más de una hora como papá reproducía esa cara de dolor, presionando sus manos fuertemente contra su pecho. Y ahora? Ahora está todo bien? Me siento una tarada. Quizás mamá me lo dijo para que me tranquilizara. Pero no soy fácil de convencer…
Después de una semana papá vuelve a casa. Todo está como antes, no se comenta nada de lo sucedido.
Si hay algo que me molesta de papá y mamá es que cada vez que pasa algo, intentan olvidarlo, por mas estúpido que sea. Tratan de seguir sus vidas normalmente. Continuamente las cosas cambian y no nos podemos hacer como si no pasó nada. Justamente eso hace mal, querer que sea todo como antes.
viernes, 2 de julio de 2010
Claro de Luna- 2.Pablo
Pablo es perfecto. Lo que una chica quiere, o por lo menos yo.
El cursa quinto año en el colegio San José que, desafortunadamente, no es al que asisto. Sin embargo, casi todos los días, veo su cabellera castaña desde la puerta del colegio, allá, en la esquina.
Hoy es miércoles, hoy viene a buscarme. Nada me emociona más que verlo parado en la esquina. Esa esquina de Corrientes y Yatay. La “famosa esquina” según mis amigas. Allí fue nuestro primer beso.
Ahí con su pelo castaño brilloso y sedoso, los ojos celestes mar y esa perfecta sonrisa.
Cuando lo ví desde la ventana del segundo piso, me emocioné. Ellas se dieron cuenta y me dijeron:
- Andá a buscar a tu enamorado tonta.
- jajaja, chaaaaaaaaaaau.- respondo rápidamente.
Salí corriendo a su encuentro.
- Hola!.
- Hola mi amor !
- Te extrañé, sabías?.- le digo mirándolo a los ojos y besándolo.
Me acompaña a mi casa, como siempre. Hacía tres días que no lo veía, así que tenía mucho para contarle y mucho que contarme. Es que tuve los exámenes del cierre de trimestre, y me dediqué totalmente al estudio, permitiendo distracciones: mensajitos de él cada dos minutos.
- Chau gorda.- me dijo con su mirada sincera y retirando sus brazos de mi cintura.
- Chau, gordo. Te amo.- le dije, con mi más plena sinceridad.
Lo invité a pasar pero no quiso. Ojo, no es porque papá o mamá no sepan de lo nuestro. Es más, se enteraron del primer día. El papá de Pablo y mi papá son amigos desde la secundaria, y aparte de eso, socios. Cuando les comenté lo de Pablo pensé que responderían con actitudes celosas o miradas de padres, pero , todo lo contrario. Me comprendieron y se pusieron contentos de que él y yo concretáramos lo nuestro. Hacía una semana que me invitaba a salir y obviamente nuestros padres lo sabían.
Claro de Luna- 1.Introducción
Nada podía arruinar la felicidad de mi familia, y la mía, por supuesto. Estamos todos tan bien, las cosas van tan bien. A papá le estaba llendo de maravillas con su nuevo emprendimiento. Un taller de ropa. Es decir, hace ropa para importantes marcas. Mamá trabaja con él, es su “secretaria”.
Fue así como se conocieron hace poco más de 23 años. Bueno, sigo. Tengo una hermana, Ornella, tiene 22 años, está estudiando “licenciatura en ciencias económicas”, asiste a la UBA, cursa el tercer año de la carrera. Además, trabaja en estudio jurídico, como secretaria. Hace cuatro años terminó la secundaria, con su nombre en el cuadro de honor en el colegio. En cuanto a mí, me alegra decir que (sin presumir) mis calificaciones que, no bajan de ocho, y hay que admitir: Tercer Año es uno de los años más difíciles del secundario. Se puede decir que las dos somos orgullos de nuestros padres. Somos las típicas “perfectitas” por así mencionar.
Aparte de mi hermana, mi mamá, mi papá y los dieces, hay algo que completa mi felicidad. Algo que me complementaba. Él. Pablo. Cuando digo Pablo me refiero a mi novio. Hace poco más de seis meses que salimos.